El estado de California, en la costa oeste de Estados Unidos, fue, a lo largo de los años 80 y 90, una de las zonas más prolíficas en cuanto a música punk (o neo-punk) se refiere. Grandes representantes del género como Lagwagon, Bad Religion, Strung Out o The Offspring empezaron a "cambiar el mundo" desde los garajes de sus casas, cerca de soleadas playas y de surfistas cabalgando las olas.
Pues bien, concretamente fue en Hermosa Beach donde dos jóvenes músicos, Fletcher Dragge y Jason Matthew Thirsk, se unieron en 1988 para formar Pennywise, que a la postre se convertiría en uno de los más grandes representantes del género.
Las letras de alto contenido político-social son algo usual entre todas estas bandas, y Pennywise, por supuesto, no es una excepción. Con la voz de Jim Lindberg y Byron McMackin a la batería, obtienen sus primeros éxitos con los discos Unknown Road y About Time, dos magníficos trabajos que les dan justa fama y atraen la atención de las discográficas multinacionales. Pero, a diferencia de The Offspring y muchas otras, nunca accedieron a "venderse", prefiriendo mantenerse fieles al sello que siempre estuvo con ellos, Epitaph, y, sobre todo, fieles a su estilo, el que les hizo ser y seguir siendo Pennywise.
Sin embargo, no todo fueron buenas noticias. Jason Matthew Thirsk, bajista y líder moral de la banda, se vio obligado a retirarse temporalmente para solucionar sus problemas con el alcohol. Nunca volvería a subirse al escenario. En 1996, mientras sus compañeros se encontraban de gira, se suicidó de un disparo en el pecho.
El tremendo golpe les dejó muy tocados e incluso pensaron en dejarlo. Sin embargo, la rabia por la muerte de Jason trajo consigo, un año después, posiblemente su obra más destacada, Full Circle. El tema de la muerte, en memoria de su desaparecido amigo, es el denominador común de todas las canciones que lo forman, con algunos títulos bastante explícitos como Fight till you die, Get a life, Date with destiny o la sobrecogedora Bro hymn tribute, quizá su tema más emblemático.
Pennywise siguió deleitando a sus fans con discos como Straight ahead (1999), Land of the free? (2001) o el grabado en directo, puente entre los dos anteriores, Live @ the Key Club (2000), ya con Randy Bradbury ocupando el enorme hueco dejado por el infortunado Jason.
From the ashes (2003) y The Fuse (2005) no hacen sino reafirmar a la banda, así como su último lanzamiento, Reason to believe (2008). Quizá el rasgo diferenciador de Pennywise frente a otras bandas "hermanas" es su lealtad y compromiso con una música y unas ideas, las cuales nunca han abandonado, y que les han hecho ganarse un hueco en los corazones de miles y miles de fans, entre los que, por supuesto, me incluyo.
El tema de hoy pertenece a su álbum Straight ahead y voy a dedicárselo al lector más fiel de este humilde blog, ch0wch0w, ya que me consta que es una de sus canciones favoritas. Sin más dilación: Alien.
You can only realize if you open up your eyes...
jueves, 12 de junio de 2008
El punk californiano: Pennywise
viernes, 6 de junio de 2008
Recomendación de la semana
Vamos a rendir homenaje hoy a una de las bandas míticas de los años 90, capaz de movilizar a toda una generación y de crear un estilo que sólo ellos fueron capaces de representar.
Disuelta en 2000, la formación se reagrupó para el Electric Weekend del pasado fin de semana en Getafe.
Uno de mis grupos favoritos. Aunque bandas de este calibre no necesitan presentación, con todos ustedes...Rage Against the Machine.
Fools follow the rules when the set commands ya...
viernes, 16 de mayo de 2008
miércoles, 7 de mayo de 2008
Hammerhead, el nuevo Hit that?
Nota preliminar: Astuto lector, no huyas espantado si no entiendes el título de la entrada. Sigue leyendo, que esto lo explicamos en dos patadas. Y sí, has acertado. Va de música.
Todo comenzó ayer visitando mi querido Foro de los Míticos. Leyendo el subforo de música, gracias a los expertos melómanos que lo frecuentan, me enteré de que una de las bandas a las que más debo musicalmente hablando, The Offspring, saca disco a mediados de junio.
Me lancé de inmediato a la web oficial del grupo, donde, según pude seguir leyendo, se podía descargar el single, Hammerhead, de forma gratuita. Al poco tiempo, ya estaba en mi Winamp listo para ser escuchado.
No vamos a llamarlo decepción, porque es lo que me esperaba. Aquellas declaraciones de la banda asegurando que su próximo disco seguiría la línea de sus primeros lanzamientos, los que nos cautivaron (a mí y a millones de personas), son, nuevamente, olvidadas de un plumazo.
Hay un antes y un después en la banda. Toda la rebelde energía punk de la que habían hecho gala en sus tres primeros discos (The Offspring, Ignition y Smash) se esfumó a mediados de los noventa. Los Descendientes abandonaron su discográfica de siempre, Epitaph (sello de muchas otras bandas punk, como Pennywise) para firmar contrato con Columbia Records. Es decir, pasar de un modesto sello a una gran multinacional.
Todo el mundo tiene un precio, dicen, pero la verdad es que es una pena ver a una banda capaz de hacer álbumes como Smash (1994) y canciones como 'Self Esteem' o 'All I want', entre otras, editar auténticos insultos contra el género como 'The worst hangover ever', 'When you're in prison', 'Spare me the details' o, el más sangrante, 'Hit that'.
Pero como no se puede juzgar un disco habiendo escuchado tan sólo una canción, vamos a dejar esto en paréntesis y a disfrutar de, es justo reconocerlo, una de las grandes bandas del punk de los 90. Y, dicho sea de paso, la que me enganchó a la música, hace algunos años. Aquí, uno de sus temas más emblemáticos: 'Self Esteem'.
See you next time.
Da, da...